sábado, 7 de diciembre de 2019

Visitando el San Julián: la torre, el vigía con frío y la puerta del mar.

*Es recomendable para leer este artículo haber leído su predecesor, al que se puede acceder en este enlace.

Imagen 1. Comenzamos este artículo con la foto con la que acabamos el último,
a fin de retomar lo que estábamos comentando.

Una vez dentro de la fortificación, me sorprendió la sencillez de la construcción: un rectángulo imperfecto de instalaciones rodeando un patio interno de grandes dimensiones. Desde dentro nos puede recordar a las fortificaciones medievales, lo cuál es algo normal, pues sabemos que estas fortificaciones modernas son herederas de aquellas. En mi mente se refuerza en esta entrada la duda de por que oficialmente se le denomina castillo, cuando debería ser fortificación o fortaleza. Realizaré una pequeña investigación al respecto y escribiré un artículo con las conclusiones.


Imagen 2. Vista de la puerta de acceso Este -rojo- y la entrada
original (morado). 
Me llama la atención la ubicación de esta entrada dentro de la fortificación. Pues el túnel de entrada desemboca en una esquina, cuando en las imágenes históricas de esta, se ve en medio del lienzo este del patio -zona sombreada de morado en la imagen 3, donde vemos el tapiado de la puerta original-. A su vez, la disposición de la entrada en el exterior, que no pudo ser movida, nos hace pensar que esta entrada llegaba a una sala cuya función podría ser recepción y seguridad, dado que por aquí entrarían y saldrían la mayoría de soldados y obreros.

Imagen 3. Vista más detallada de la torre circular.

Sobre la torre circular que vemos al fondo, se puede escribir mucho sólo con investigarla visualmente. Mas allá de coronar la fortificación, parece incluida en el proyecto final como la pieza clave de un sistema jerárquico dentro de la construcción. Desde la torre se puede controlar toda la fortaleza. Quizá sea casualidad, pues pocas opciones más existían para construir la fortificación de manera que la torre quedara en otro lugar dentro. Lo que evidentemente no fue casualidad fue su emplazamiento a la hora de su construcción, ya fuera en 1706 o 1812, en el borde de la cima, en una posición de dominio territorial total la cuál, como llevo machacando hasta ahora, heredó la nueva fortificación.

La torre, realizada en mampostería, es claramente anterior al resto de la fortificación, por estas razones:

Imagen 4. Puerta de acceso desde la
entrada Oeste.
  • Presenta un sistema constructivo mucho menos elaborado, lo cuál también nos puede indicar su realización a prisa, lo que casa con la idea de que su construcción, en cualquiera de las dos fechas propuestas, fue realizada en un contexto bélico, y por lo tanto, lo más rápido posible. Ampliando la imagen 4 podemos ver la diferencia constructiva entre la torre y el resto de la fortificación.
  • Presenta reparaciones o añadidos en su fachada, los cuáles todos tienen una técnica más depurada, y lo más importante, más similar al resto de la construcción. Esta diferencia es palpable entre el pie y el trozo más alto de la torre.

Imagen 5. Puerta colocada a media altura de la torre, en
dirección Este y con un marco enlucido en cemento sobre la
propia fachada de mampostería, siendo un poco confusa.
Probablemente esta torre se pueda convertir en un pequeño quebradero de cabeza para un arqueólogo. Digo esto debido a que presenta una mampostería de aparejo regular e irregular, así como zonas concretas que parecen reparadas en ladrillo. Por otro lado tenemos puertas de hierro con arcos enlucidos en hormigón -imagen 5-, y una amplia gama de estructuras negativas -agujeros- y pequeñas estructuras colocadas por buena parte de la torre para aguardar las antenas de comunicación que alberga. Probablemente existan más cuestiones relacionadas, pero no soy arqueólogo ni mucho menos, y por eso ni puedo ver más allá de lo descrito, ni me atrevo a realizar más conclusiones que las que he expuesto.

Imagen 6. Parte alta de la torre, coronada por multitud de antenas y
"decorada" por cables que cuelgan de ella hacia el exterior.

En el margen Norte de dicha torre, una escalera nos conduce al baluarte Suroccidental dominado por más antenas. Como curiosidad, mi padre se dio cuenta de la ausencia de anclajes y vientos para estas, lo cuál nos llevó a deducir que sus cimientos, así como las propias torres y anclajes de las antenas debían ser muy fuertes, por los vientos que tienen que soportar en condiciones extremas.

Imagen 7. Baluarte Suroccidental y sus torres para albergar antenas.

Volviendo al baluarte en sí, como es evidente, no era nada especial: una zona más bien cuadrangular, con las bases para los cañones conservadas no muy bien, y una fila de aspilleras en cada lado que apuntaba al exterior. Lo que hace especial y más complejo este baluarte es su disposición junto a la entrada Oeste de la fortaleza, la principal. Entrada situada en otro pequeño baluarte justo al lado de este, situándose la torre en medio de los dos, controlando de alguna manera también el acceso.


Imagen 8. Puesto vigía.
Otro elemento que diferencia este baluarte es la disposición de un pequeño puesto de vigía en su esquina Suroccidental. Una pequeña caseta de vigilancia realizada en ladrillo donde a buen seguro mediante rondas siempre habría un soldado vigilando el mar en busca de buques. Nos llama la atención desde fuera del puesto la existencia de marcas de cemento que indican la presencia de un cristal o algún tipo de protección en las ranuras de observación -imagen 8-. Y es que es normal que se intentara proteger al vigía del viento, pues a altas horas de madrugada, el frío debe ser muy intenso.

Imagen 9. Camino hacia la entrada Oeste en forma de S (abajo derecha) y vista de la
fortificación "atenazada" entre los dos baluartes que cubren la puerta.
Imagen 10. Puerta de entrada Oeste, entre un bosque de aspilleras en disposición atenazada.
Daniel-Tordo12.

Volviendo a la puerta de acceso, esta se encuentra de forma diferente a la Este. Le precede a la puerta un camino totalmente en “S” bajo el dominio de las aspilleras de los dos baluartes que tiene encima. Además de pensar en el alivio de no haber subido por ese camino en nuestra visita a Trincabotijas -la puerta se encuentra cerrada y el puente levadizo que permitía el cruce del foso ya no existe- nos imaginamos un asalto casi imposible a esta entrada.

Estos dos baluartes controlan completamente la costa desde el puerto de Escombreras hasta la bocana más interior del puerto. La existencia del puesto de vigía en esta zona refuerza la idea de esta importancia estratégica. Además, vemos con claridad en esta zona concreta la disposición abaluartada con las esquinas de la fortificación apuntando hacia el frente principal, que sería la zona marítima cercana al puerto.

Imagen 11. Mejor vista del camino de acceso Oeste, salvando la importante pendiente.

Algunas fuentes interpretan esta defensa concreta como un conjunto “atenazado”, diferenciándolo del simple abaluartamiento, explicando que el San Julián tiene varios estilos diferentes. No les falta razón, pero hay que puntualizar que el sistema atenazado que rodea o “atenaza” la entrada Oeste es parte de los sistemas de abaluartamiento, cuyo amplio desarrollo histórico y geográfico produjo multitud de subtipos. Es cierto que, como se apunta en la web de Aforca, el San Julián tiene tres tipos de baluartes: poligonal -la zona Este-, atenazado -la puerta Oeste-, y perteneciente a la Escuela Española afrancesada los demás frentes. Además, todos son irregulares.

Imagen 12. Patio de la entrada Oeste.
En cuanto a la zona de la entrada, parece que esta prediseñada también para amortiguar un ataque enemigo que consiga cruzar la puerta. Hemos visto el patio principal que configura la fortificación, pero esta entrada Oeste nos lleva hacia un patio más pequeño, rodeado por el pasillo de los baluartes, los cuáles tienen un pequeño murete suficiente para protegerse mientras se combate a un atacante que se encuentra en el patio -imagen 12-. La torre además tiene dos ventanas que comunican directamente con esta zona. Muy probablemente existan al menos los huecos desde su construcción, pues miran en dirección al mar igual que el puesto de vigía moderno, pero no parecen pensados en origen para ayudar en esta segunda línea de defensa.


Imagen 13. Vista Occidental de la torre cilíndrica.
La disposición del posterior muro de la fortificación del siglo XIX, que se apoya en la torre a centímetros de estas ventanas dejando el hueco justo y necesario para que estas conecten con esta ventana -imagen 13-, hacen pensar que en los planes de 1860 esta torre debería jugar un papel relevante a la hora de defender un asalto dentro de la construcción. Esta idea se refuerza además con la existencia de una puerta amplia al otro lado de la torre, que ejerce una posición dominante sobre el patio principal. Aunque no está claro de que época puede datar.

Imagen 14. Accesos al aljibe.
En el patio central, cerca de la torre y bajo las escaleras que hemos mencionado, se encuentra el acceso a la gran reserva de agua de la que disponía la fortificación. Gómez Vizcaíno nos cuenta que este es un aljibe en cruz, de 432 metros cúbicos, lo cuál representa un aljibe de gran potencial de almacenamiento, con la ventaja de los ajibes en cruz, que no necesitan ningún refuerzo interno, pues son estrechos.

Dejamos temas por tratar, como su lamentable estado de conservación -dependiendo de la zona de la fortificación, lo cuál es de un interesante análisis- la disposición de los cañones o la preparación del terreno inmediatamente posterior a la fortificación para la disposición del foso. En la medida de lo posible todo esto será comentado. Sobre el estado de conservación si habrá un artículo completo en el futuro.

Imagen 15. Interior de la fortaleza mirando hacia el Este.
Recomiendo a todo aquel que tenga interés y posibilidad de hacerlo, que visite esta fortaleza, junto a todo sistema defensivo que sea visitable, llevando siempre la precaución necesaria al visitar estas zonas semiabandonadas. Despido este artículo con este enlace a la galería de mi cuenta de Flickr, con fotos y panorámicas muy interesantes del San Julián y alrededores. 

Fuentes:


Imágenes:

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