sábado, 30 de noviembre de 2019

Visitando el San Julián: la subida, la batería anexa y la puerta Este.

El domingo 24 de noviembre me dispuse de nuevo a visitar el castillo de San Julián con mi padre. Esta vez teníamos un día de atmósfera asombrosamente calmada, lo que nos permitió llegar y desarrollar nuestra actividad sin problemas.

A diferencia de nuestro anterior intento de alcanzar el castillo, esta vez nos dispusimos a subir por el camino que lo conecta con el Barrio de Santa Lucía. Concretamente, este camino comienza fuera del barrio, en la carretera que conecta con Cala Cortina, después de sobrepasar la rotonda que contiene la famosa grúa Sansón. En este tramo ya nos podemos hacer la primera idea de lo que vamos a encontrarnos cuando lleguemos al final. 

Imagen 2.
Imagen 1.
El camino comienza asfaltado, pero un asfaltado seguramente realizado cuando los militares aún trabajaban en él. Se conserva entre metro y medio y dos metros de este material, aproximadamente, existiendo mayor parte del camino de tierra que de asfalto. Esto no es una queja, pues casi todos los visitantes suben a pie, probablemente dado el miedo de esta subida. Y es que, conforme avanzamos, la inclinación del monte San Julián es cada vez mayor, debiendo superarla por un camino en "S", que curiosamente, en ciertos tramos presenta un estado de conservación del asfalto mejor, pero parece ser un asfaltado más antiguo. Pese a esto, en algunos tramos sólo hay camino de tierra. En las imágenes 1 y 2, que se pueden ampliar pinchando en ellas, podemos hacernos una idea de como es este camino. En la imagen 3 podemos ver lo realmente inclinada que se torna la cuesta arriba de este monte en el último tramo. Por supuesto la construcción que vemos arriba es el castillo.

Imagen 3. El San Julián desde el camino de acceso.

Desde esta imagen ya podemos hacernos una idea de las dificultades con las que se encontraría un ejército enemigo pasa asaltar la fortificación: una pendiente imposible de salvar sin recorrer caminos en "S", bajo el fuego de artillería y de fusil desde una posición privilegiada para masacrar al invasor. El camino desde Trincabotijas se torna muy parecido, como veremos más adelante. La única buena noticia para el atacante es que, aparentemente al menos -aunque en la bibliografía no se ha encontrado sobre ello- no hay trincheras por la zona. El monte es de piedra, más difícil de excavar, aunque hay que tener en cuenta que la línea de defensa planteada es el castillo en sí. Atrás quedaban ya en el siglo XIX los tiempos en los que Don Blas de Lezo defendió el castillo de San Felipe en Cartagena de Indias en una explanada llena de trincheras aquel abril de 1741.

Imagen 4. Vista desde la entrada del castillo
Santa Lucía y buena parte del 
Campo de Cartagena.
Una vez llegados a lo más alto del monte -sin contar con el propio castillo- nos vamos haciendo una idea también del control territorial absoluto e indiscutible de esta ubicación. Así lo vemos en las imágenes 4 y 5.

*Recuerdo que pinchando las imágenes, estas se amplían, algo que además animo a hacer. Las fotos no son de gran calidad, pero merece la pena verlas en detalle.

Imagen 5. Vista desde la entrada del San Julián hacia el Este. Vemos Sierra
Gorda y el monte Calvario a la izquierda. A la derecha, el Valle de
Escombreras y la batería del General Ordóñez.
Como vemos en la imagen 5, lo primero que vemos al llegar a la cima del monte es la batería del General Ordóñez -derecha-. Las fuentes difieren sobre su fecha de construcción, que oscila entre "principios del siglo XX" y los "años 30" del mismo siglo. Lo que sí sabemos con certeza es que esta modesta batería se construyó para albergar mejores y más poderosos cañones -por lo tanto, más grandes- en la posición. Desde entonces, San Julián se convertiría principalmente en zona de acuartelamiento de esta batería, más que un recinto artillado propio.

Menos de medio siglo tardó el San Julián en considerarse oficialmente una fortificación desfasada, como nos demuestra la construcción de esta batería. En estos años probablemente la construcción sólo era útil para almacenar comida, agua, munición, y albergar soldados, lo cuál tampoco es una tarea menor, pero secundaria para lo que fue diseñada.

Imagen 6. Camino de entrada Este a la fortaleza.
Después de observar dicha batería, procedemos a entrar en el castillo. La entrada Este viene precedida de un pequeño pasillo con la anchura suficiente para un carro de caballos o un pequeño vehículo militar. El camino está flanqueado por dos muretes de mampostería que, junto a los árboles de los lados, nos dan la sensación de pasar por un túnel. 


Imagen 7. Puerta de entrada Este.
Tras este sencillo paso, nos encontramos con la puerta de la fortificación. He de comentar en este momento que quedé impresionado negativamente: pensé que esta puerta, a la que desembocaba un camino que llegaba desde la ciudad, y que era desde la cuál se abastecía a la batería del General Ordóñez -por la otra puerta de la fortificación el acceso es imposible- sería más grande. Es un acceso peatonal muy simple. Es evidente que una gran puerta ostentosa no debía ser debido a las características funcionales de estas construcciones, y que suelen ser antiestéticas. Con esta puerta entendemos ya la estrechez del último tramo del camino. Desde la imagen 7 podemos ver además la reja metálica que es la puerta de acceso, que suponemos que es la misma o muy similar a la que cerraba el acceso en los tiempos de actividad militar. Cuesta imaginar que la entrada tuviese una capacidad de retención tan débil, pues esos barrotes de metal son fácilmente maleables.


Imagen 8. Vista del foso de la fortificación en la entrada Este.
Llegando a la puerta vemos el foso que rodea el San Julián. De este foso lo interesante es que no está excavado totalmente en la tierra, sino de forma parcial. Un muro exterior completa el lado externo del foso y se levanta una distancia variable del suelo, dependiendo de la zona.

En este punto cualquier visitante puede pensar que el asalto a la fortificación sería muy sencillo en este paso de la hipotética batalla. Podría entenderse que, apoyando el peso de la defensa en la colina escarpada donde está construida la fortaleza, se pensara que la ofensiva, si llegara a las puertas, llegaría muy debilitada, aguardándole frescas tropas del interior. De hecho, teniendo en cuenta que el castillo fue diseñado y construido principalmente para rechazar ataques enemigos desde el mar, se podría entender una defensa mucho más laxa en esta puerta. 

Imagen 9. Aspilleras de la caponera apuntando al puente de
entrada. 
No obstante, enseguida nos damos cuenta en la puerta de la existencia de un buen número de aspilleras laterales -cuyo interior parece derrumbado- diseñadas para sorprender al enemigo. Además, desde esta caponera se vislumbra un tejado donde poder apostar más soldados. Sí, esta entrada estaba defendida, aunque podría mejorarse la disposición de su defensa. Sin duda se cuidó más la puerta Oeste, de la que hablaremos más adelante.


Imagen 10. Mitad Este del patio interior.
Tras esto nos disponemos a entrar en la fortaleza. La entrada es a través de un pequeño pasillo donde vemos las primeras puertas tapiadas. Al cruzarlo vemos un patio de grandes dimensiones, con la famosa torre británica al fondo -imagen 12-. 





Imagen 11. Portal tapiado.
En las imágenes 10 y 11 vemos como todos los accesos al interior de la fortificación -sus distintas salas- están sellados. No es de extrañar dado el lamentable estado de conservación producido por décadas de abandono, fuertes vientos, alta humedad y los minúsculos pero numerosos terremotos producidos por las activas fallas tectónicas de la provincia. Imaginamos que también serían tapiadas las entradas para evitar un mayor volumen de saqueo, muy practicado en todas las baterías, castillos y cuarteles tras la entrada en vigor del Plan Norte en 1994. Mi padre, que desde el abandono militar dedicó mucho tiempo a la visita de todo este conjunto, cuenta como vio inactas las piezas de la mayor parte de baterías y castillos, y como muy poco tiempo después todas las piezas de valor desaparecieron. El San Julián no sería menos.


Imagen 12. Patio interior. 

Con esta foto del interior de la fortaleza despedimos este artículo. Esta es nuestra primera visión al atravesar el pequeño túnel de entrada. Podemos ver detalles como las antenas de comunicación, la torre circular de la discordia, y la fachada de los almacenes de munición y pólvora. En la segunda parte, que promete ser muy interesante, hablaremos de todos ellos.


Fuentes:
  • Desconocido (sin fecha) Castillos de España. Batería del General Ordóñez. Castillosnet. https://www.castillosnet.org/espana/informacion.php?ref=MU-CAS-513
  • Iniesta Sanmartín, A & Martínez López, J. A (coords) (sin fecha) Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. Servicio de patrimonio histórico. Págs 346, 588.
*Todas las imágenes son de producción propia y de uso libre.

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