sábado, 23 de noviembre de 2019

Sobre la fortificación abaluartada

Podemos ver que el castillo de San Julián presenta una planta de fortaleza abaluartada. Desde los primeros planes de fortificación del enclave, la fortificación abaluartada siempre ha sido la opción elegida para la construcción. Vamos a ver por qué.
Imagen 1. Podemos ver una vista magnífica los baluartes de la fortaleza rodeados en rojo. 
Agoviz (Gómez Vizcaíno).

Desde el siglo XVI este tipo de fortificación se impuso como respuesta al desarrollo de la artillería. Ya a finales del siglo XV el desarrollo de esta última obligó el replanteamiento del sistema defensivo. Las altas torres y murallas precedentes eran ya demasiado vulnerables a los disparos de cañones, por lo tanto, hubo que reducir su altura y modificar el plano que recibía los golpes de proyectil para resistirlos lo mejor posible. Así nació la fortificación abaluartada: una construcción generalmente poligonal, de líneas rectas que acababan en un ángulo cerrado que apuntaba siempre a la dirección del ataque enemigo -esto recuerda al blindaje inclinado de los tanques de combate, para hacer rebotar el proyectil enemigo-. 

El baluarte estaba preparado para tener artillería en su interior, especialmente en los salientes de la fortificación. Estos salientes estaban dispuestos de forma que en la defensa del perímetro más inmediato a sus muros, un fuego cruzado desde las posiciones defensivas dejara en una situación muy difícil al atacante. 

Sin embargo, viendo nuestro castillo vemos que su planta es irregular. Esto se debe a que sufrió muchas fases constructivas de planes distintos. La tardanza en su construcción provocó esta desigualdad entre las primeras zonas construidas y las últimas. Pero sí podemos ver que presenta las características más generales de una fortificación abaluartada. 

El sistema de abaluartamiento en el siglo XVI, se combinó pronto con la protección de un manto de tierra poco compactada, debido a su resistencia frente a los ataques de artillería. Así podemos verlo con el caso de la muralla de Felipe II, con baluartes a lo largo de su recorrido. El principal problema de este revestimiento, como podemos ver también en esta muralla. Sabemos que pocos años después de la construcción de la muralla, el concejo ya estaba pidiendo revestirla de un material más resistente a los agentes atmosféricos, lo cual acabó llevándose a cabo.

Imagen 2. Representación del baluarte de una muralla. Imagen de Scott Foresman (2007) Dibujo de un bastión.

Hay que atender al hecho de que la posición del San Julián se consideraba inexpugnable. Debemos preguntarnos entonces la necesidad de construir la fortificación en forma de baluarte, lo cuál es más costoso. Según Guimaraens, la respuesta a esta cuestión está en la defensa de flanco y la intención de aprovechar el fuego cruzado que se puede dar en gran parte del sistema defensivo de Cartagena. Además, ante una posible ofensiva de soldados enemigos a la posición, esta sería mucho mejor defendida con el sistema abaluartado.

Como ya hemos comentado anteriormente, el castillo de San Julián se terminó de construir ya desfasado. A finales del siglo XIX el abaluartamiento comenzaba lentamente su agónica decadencia. El desarrollo de nuevas técnicas militares, con ejércitos cada vez más especializados y una potencia de fuego que no hacía sino aumentar exponencialmente desde hacía siglos, estaba convirtiendo poco a poco estas estructuras defensivas tan grandes -sí, pese a reducir el tamaño desde la Edad Media- en fáciles dianas. Especialmente armas como el famoso cañón Krupp de mediados del siglo XIX, comenzaron a obligar nuevamente a replantearse los sistemas defensivos. Es por ello por lo que es difícil de entender por que el San Julián acabó siendo construido de esta forma. Quizá se priorizó una simple defensa de una ubicación cuyo asalto se pensaba difícil para el enemigo.

Este castillo representa por todo lo dicho el final de una etapa de varios siglos del desarrollo de la defensa militar. Es el último castillo de Europa y el último baluarte. La completa decadencia de este sistema defensivo se dio con el “golpe de gracia” de la aparición de los primeros aviones de combate en la Primera Guerra Mundial, para los cuáles una fortificación abaluartada era un objetivo muy fácil. De esta manera, la defensa volvió a mutar hacia sistemas más pequeños y escondidos en la medida de lo posible. Esto lo podemos ver por ejemplo en la Batería de Cenizas, construida medio siglo después.

Fuentes:
  • Iniesta Sanmartín, A & Martínez López, J. A (coords) (sin fecha) Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. Servicio de patrimonio histórico. Págs 127-129, 588-589.
  • Martínez et alii... (2014) Las defensas de la Cartagena renacentista: evidencias arqueológicas recientes de las murallas de Carlos I y Felipe II. Anales de Prehistoria y Arqueología. Págs 180-202.
  • Molina Molina, A. L (2008) Cartagena y su término: de la Edad Media al siglo XIX. Estudios sobre desarrollo regional. Págs 25-60.
  • Ros McDonnell, D. R & Jiménez Meca M. J. González Avilés, A. B (ed) (2017) El castillo de San Julián de Cartagena. Defensive Architecture of the Mediterranean. XV to XVIII centuries. Vol VI. Págs 199-206.
Imágenes:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para cualquier sugerencia, queja, aportación, o comentario sobre el San Julián. Agradecido en cualquier caso.

Última entrada publicada:

Las TIC para enseñar y aprender Historia

Si, las posibilidades que tenemos en este sentido son casi ilimitadas, más teniendo en cuenta que la tecnología está en constante desarroll...

Entradas populares...