*Este artículo es la cuarta parte de una serie de entregas
sobre el desarrollo histórico de la fortaleza de San Julián. Recomiendo leer
los tres primeros, cuyos enlaces dispongo a continuación: primera parte, segunda parte y tercera parte.
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Imagen 1. Foto hacia la fortaleza de San Julián desde la batería General Ordóñez. El terreno lleno
de árboles y vegetación, en un estado descuidado puede ser una buena metáfora de lo que vamos a ver. |
Como
veníamos comentando al final del último artículo, la fortaleza de San Julián
sufrió una mutación en el primer tercio del siglo XX de baluarte defensivo de
primera línea a una simple construcción de carácter de almacén y cuartel,
además de prisión militar. Este proceso no fue rápido ni total, pues sus
baterías seguían estando en activo. Este proceso no es más que parte del
proceso general de reestructuración de las defensas cartageneras, que se
centran más que nunca en la costa -cuya máxima prueba en el sentido de este
blog es la construcción de la batería General Ordoñez, cuyos cañones podían
apuntar y apuntaban tan sólo al mar. A priori este proceso le daría mayor
importancia al San Julián, así como Galeras y Atalaya. Pero ya en el artículo
anterior comentamos las piezas claves y últimas en la pérdida de importancia del
San Julián, las mismas para los otros castillos.
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Imagen 2. Flanco Oriental del alcance de la batería General Ordóñez. |
Paulatina desaparición del San Julián en los planes militares:
La
situación del castillo se convierte casi en despreciable para la organización
de la defensa. Así, por ejemplo, en el Plan de Defensas de Costas de 1912
no figura ninguna actuación sobre esta construcción. En estos años el buque acorazado,
con cañones de más de 300 mm, está llegando a su apogeo, poniendo en apuros
cualquier defensa costera que no se adaptara rápido a la capacidad destructiva de
estas fortalezas flotantes. Los cañones más poderosos de Cartagena en estos
años tenían un alcance de 12 km y una velocidad de proyectil muy lenta, siendo
ya ampliamente superados por una flota enemiga de vanguardia. Era de prioridad
inmediata revertir esta situación.
Parece
que lo alto del San Julián, especialmente la fortaleza, ya no servía para este
tipo de guerra. Es muy posible que no se pensara en esta ubicación debido a que
la batería General Ordóñez ya podía cumplir más o menos con este objetivo,
aunque sus baterías de 200 mm no podrían detener a los buques más pesados. Sin
embargo, podría prestar apoyo a la batalla colocando su fuego entre los cañones
mayores. Pero la fortaleza no estaba preparada ni mucho menos para alojar en
ella cañones tan grandes -por eso se construyó la batería anexa-. Y ya no
merecía la pena gastar grandes cantidades de dinero en su remodelación.
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Imagen 3. Plano de las defensas de Cartagena en el primer tercio del siglo XX. Aforca. |
Durante
estos años el servicio logístico de la fortaleza se hace notar en ejemplos como
el alojamiento de tropas del 2º batallón del Regimiento de Infantería “España" en su regreso de Marruecos -inmerso en la Guerra del Rif- en 1922. Esto nos demuestra también la capacidad del castillo, pues
en un batallón estamos hablando de cientos de hombres, posiblemente más de mil.
La
posición del San Julián también fue obviada del Plan de Artillado de los Frentes
Marítimos de 1926, que por otro lado no llegó a realizarse. También se
obvió del denominado Despliegue Vickers de baterías antiaéreas que se
llevó a cabo durante la dictadura de Primo de Rivera y la II República. Este
despliegue se hizo en las modernas baterías de Jorel, Parajola, Aguilones y la
Chapa, todas construidas en el siglo XX.
En
los años 1930 era más que evidente el desfase del San Julián, especialmente con
la construcción de las baterías de Cenizas y Castillitos, artilladas con
poderosísimos cañones de 381 mm y un alcance de 35 kilómetros, de marca Vickers también. Estos cañones
volvían a dar seguridad a la plaza de Cartagena ante posibles ataques de los
más modernos acorazados de estos años. Las comparaciones con los cañones de 150
mm con los que se artilló originalmente nuestra fortaleza pueden ser odiosas.
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Imagen 4. Despliegue Vickers de cañones en la década de 1930
y el alcance artillero de cada batería. Aforca. |
Prisión militar:
Con
todo esto, vemos que la función principal del San Julián no podía ser otra ya
que la de prisión militar: una zona aislada, de complicado acceso y difícil escape,
así como grandes zonas libres de otros usos.
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Imagen 5. González Carrasco, sentado el tercero por la
izquierda. Limpia.centro.eu.com. |
Durante
la II República, nuestro castillo está catalogado oficialmente como prisión
militar -Egea Bruno, 4-. El primer gran ejemplo de ello lo tenemos en enero de 1934,
cuando algunos de los principales promotores del Golpe de Estado de Sanjurjo en
1932 llegan para cumplir condena dentro de los muros. Son amnistiados en abril
del mismo año. En mayo entra a cumplir otra breve condena otro militar
conspirador contra la república: Manuel González Carrasco, el cuál lideraría el
intento de golpe de estado de julio de 1936 sin éxito en Valencia.
En
octubre de 1934 se produjo la Huelga General Revolucionaria contra el gobierno
radical-cedista. Este intento revolucionario fallido en todo el país produjo
una severa represión, que llenó las cárceles. El San Julián se llenó de
militares encarcelados, tras un breve espacio de tiempo en que los reos fueron reduciéndose
en número. Llegaron a la fortificación presos de todo el país a partir de enero
de 1935, militares como Juan Ricart March y policías como Gabriel Torrens
Llombart -colaboró con la revolución en Asturias-.
En
enero de 1936 algunos presos del San Julián se declararon en huelga de hambre
para denunciar la causa de un aviador condenado a tres años en el castillo por
motivos de “aberración moral”. El caso trasciende y agrupaciones socialistas de
la ciudad llegan a presionar al alcalde para que tome cartas en el asunto. Este
se limita al principio en intentar que los presos detengan la huelga de hambre.
Ante la presión del alargamiento de esta situación, el alcalde acabó
escribiendo al ministro de Justicia, que sumada a la presión popular, ordenó la
aplicación de una amnistía. Sin embargo a finales de marzo aún hay noticias de
reclamaciones de liberación de presos.
Últimos "servicios" militares:
Como
curiosidad, y como prueba de la capacidad de avistamiento desde el San Julián,
fue desde esta posición donde se avistó por primera vez la venida de la 206
brigada en la noche del 5 de marzo de 1939. Estos soldados llegaban para
sofocar la rebelión de la ciudad contra la república y a favor de los alzados
en el contexto de la Guerra Civil Española (1936-1939).
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Imagen 6. Destructor Almirante Valdés, uno de los que
huyeron de Cartagena. Por Basilio. |
También,
en estos días de incertidumbre sobre el control de la ciudad, recibió la
fortaleza la orden de disparar contra la flota republicana amarrada en el
puerto si esta no marchaba -prefería el generalato republicano hundirla a que
cayese en manos franquistas-. Esto nos muestra que aún estaba preparada la
fortaleza para presentar batalla, aunque su armamento y pertrechos no estuviesen actualizados. Sin embargo, la intención última de los
elementos franquistas en esta acción fue dejar a la República sin flota -esta
huyó a Túnez, donde las fuerzas francesas la entregaron a Franco- para despojar
a la ciudad de su principal defensa, que ya no eran los castillos.
En
1947, con la nueva denominación de C-6, el castillo de San Julián es apartado
definitivamente de la defensa de costa. A partir de este momento es cuando
realmente su única función es la de prisión militar. Su dirección recae en el
Gobierno Militar de Cartagena. Sin embargo, no será desarmado hasta 1960.
Su
historia desde entonces ha sido muy monótona, Guimaraens ha realizado un estupendo
trabajo de sintetización por años de los acontecimientos del San Julián desde
la Guerra Civil hasta casi la actualidad. Tenemos documentos de reparaciones de
averías y de desperfectos causados por el paso del tiempo, informes sobre el
estado de la construcción, estudios para probar las posibilidades del castillo
como prisión para cierto tipo de prisioneros militares concretos, etc. Pero no existe ningún acontecimiento de relevancia durante la Dictadura Franquista (1939-1975)
más allá de un proyecto no ejecutado de readecuación de la construcción por
valor de 4.060.000 pesetas en 1968, así como la instalación de una antena de RNE
y TVE en 1970.
Abandono definitivo:
Durante
la Transición (1975-1982) podemos destacar hechos como las mejoras en
instalación eléctrica, la demolición de una cocina exterior a la fortificación
y el choque entre el Gobierno Militar -propietario del castillo- y Peñarroya, que
realiza un amojonamiento dentro del recinto del foso del castillo.
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Imagen 7. Tejero tomando como
rehenes a los diputados en el 23F. |
Destaca
el hecho de la condena a Antonio Tejero por el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Esta fue de treinta años a cumplir en el castillo de San
Julián. Sin embargo, el golpista nunca llegó a pisar esta construcción, pues se
alegó su mal estado de conservación para seguir actuando de prisión militar.
Tejero tuvo que cumplir condena en otra prisión.
En
los años posteriores se denota un abandono mayor de las instalaciones. A
finales de los años 80 sólo encontramos noticias como la de la instalación de
un repetidor de VHF para la Policía Militar. También tenemos por estos años los
proyectos de cimentación y levantamiento de las torres de antenas que podemos
ver hoy día.
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Imagen 8. Vistas del mar desde el San Julián, así como de muchas de sus antenas instaladas. |
El
golpe de gracia al ya semiabandonado San Julián fue el Plan Norte. Este
reorganizaba todo el ejército a nivel nacional, suponiendo el fin del
despliegue militar ocupando el territorio nacional, y su reagrupación en
cuarteles. En Cartagena supone el fin de la Artillería de Costa y la disolución
del Gobierno Militar de la ciudad y de las unidades militares desplegadas en
Cartagena entre 1995-96. En última instancia, se produjo el abandono completo o
casi completo de todas las instalaciones militares de la defensa costera,
incluido el San Julián. En 1995 la propiedad del castillo pasaría del
Ministerio de Defensa a Telefónica -actual propietaria-, debido al interés
estratégico que tiene en telecomunicaciones. Hasta la actualidad no han existido acontecimientos de relevancia.
Fuentes:
- Desconocido (2004) Baterías Vickers de 105/45 A. A. http://www.aforca.org/vikers_105_45f.htm
- Desconocido (2004) Baterías Vickers de 38.1. Aforca. http://www.aforca.org/vikers_38_1f.htm
- Desconocido (2004) Patrimonio. Arquitectura militar en Cartagena. Edad Comtemporánea. Siglo XX. Aforca. http://www.aforca.org/siglo_xx.htm
- Egea Bruno, P M (2011) La amnistía de febrero de 1936 en Cartagena: verdad y versión. Aproximación a las claves de un proceso de mixtificación política. Espacio, tiempo y forma. Serie V, historia contemporánea. Págs: 221-242.
- González, M (1993) El 'Plan Norte' del Ejercito suprime todas las capitanías y disuelve sus cinco divisiones. Artículo de prensa recuperado digitalmente en: https://elpais.com/diario/1993/03/05/espana/731286025_850215.html
- Iniesta Sanmartín, A & Martínez López, J. A (coords) (sin fecha) Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. Servicio de patrimonio histórico. Pág. 589.
- Santaella Pascual, F (sin fecha) El artillado del frente marítimo de la base naval de Cartagena como consecuencia de los buques acorazados. Cartagena Histórica, cuaderno monográfico Nº 3.